Alvaro Miranda Buranelli
 
POEMAS SELECCIONADOS
CÁMARA PROFUNDA






aria

de pronto, en medio de la representación, cantó
nadie lo había invitado, no era una pieza aburrida
pero empezó a salirle sola la voz y tuvo que pararse
y cantó, aunque no sabía cantar , y los siseos iban y venían
para hacerle callar, que no cantara, fue en un instante crítico
en el nudo del conflicto dramático, el clímax, la mayor tensión,
él no quería cantar, era un uruguayo típico y educado por la costumbre
no quería irse fuera de la norma, ser el diferente
que lo señalaran con el dedo: ahí, ahí, ése, ése…
¿fue su culpa si la voz salió sola y empezó a crecer?
había una larga historia de represión en todas sus vidas,
en esas vidas que miraban la representación
¿por qué tenía que romper la monótona armonía de los tiempos?
¿esa actitud rechinante?¿no cantaría mejor, solo, en el baño?
¿por qué empezó a cantar en medio de la representación?
los otros habían pagado para ver la representación, nunca para oírlo,
los otros habían destinado parte de su valioso tiempo a ver la representación,
no se habían vestido tan bien para oírlo cantar
no estaban para cantos y ¿era el canto de quién?
sí. ¿quién cantaba?, que se callara, que dejara avanzar la representación
hacia el desenlace, querían saber quién era el asesino
o reírse, reírse de quien era el asesino
¿a quién le importaba que él cantara?
pero la voz le salió, débil y extraña al principio
misteriosa después, como un hilo sublime que recorriera todas las espaldas
la voz fue, en medio de la representación, y los otros sonidos se apagaron.





caída libre

¿cuántas galerías, corredores, salas de espera
aguardando que los Poderosos me hablaran

con muecas de tristeza y señas falsas
torciendo mi vida?. Yo quería decirles:

señor, no es mi vida una vara flexible
o un caño de aluminio. No puede torcerse a placer.

piense usted que es la vida de un ser humano
pero disponía de algunos segundos para hablar con los Poderosos

y las palabras se atropellaban para salir.
Según pude conocer por los resultados nunca dije nada

particularmente eficaz. Sólo me derivaban hacia otras
galerías, corredores, salas de espera

donde las secretarias, los adulones, los mayordomos
me atendían con muecas de desprecio

el tiempo se consumía en mi descenso
en mi caída libre y lenta.





sesgo



si vamos hacia algo
de pronto, una movida equivocada
nos desvía y no llegamos
quizás una señal mal interpretada
por cuestión de lenguaje o confusión
y hasta por miopía
escuchamos la palabra que debería dirigirnos
hacia donde queremos ir
pero el imperfecto oído nos traiciona
y una letra nos cambia el rumbo
saltamos prolijamente todos los obstáculos
y un roce leve no calculado
nos desbarranca
una idea nos deslumbra
pero al intentar describirla se desvanece
un lugar al que no fuimos
un viaje decidido a último momento
en este juego de piezas sueltas
que suben, bajan, a izquierda, a derecha, se mueven
aun cuando, en el mejor de los casos
se sepa adónde queremos ir
sin saber si llegaremos
qué decir de los que vagan
sin rumbo fijo
si en cada instante intentamos trazar
una figura fugitiva que nos desvía
viviendo al sesgo
y vemos un camino derecho
de piadosas actitudes transformadas
en sacrificios humanos
heroicos actos de salvataje
que acaban en destrucción.
tenemos un sueño y no sabemos
si es nuestro sueño
o el que nos obligaron a soñar
y creemos nuestro.
la carretera está sembrada
de caminos laterales
que nunca recorreremos
y escribo una línea que no es mi línea
deseo para sentir el miedo
estamos yendo hacia algo
pero habrá una movida equivocada
y no llegaremos.





ningún gato


Conduciendo el automóvil por la carretera, en medio de la noche
la luz de los focos abriendo la noche, rasgando las tinieblas
como una navaja, sobre el asfalto negro
las señales indicadoras a los lados del camino, gigantescas luciérnagas
de electricidad, brotan los amarillos, los verdes, los rojos
nada se distingue en torno del automóvil que cruza solitario
devorando millas a su paso como un león sobre una alfombra fosforescente
ocurren los accidentes menores, aquéllos en los que ningún humano sale herido
atropellar un perro, un pájaro que se estrella contra el parabrisas
pero ningún gato, yo he visto morir seres queridos casi en mis brazos
he sentido el sabor de la muerte en mi taza, yo he visto el sufrimiento
más severo, el daño más cruel, el dolor más intenso
eclipsados por la resignación y la paciencia, eran mis bienaventurados,
pero ningún gato, he visto caballos destrozados al borde de la carretera
disputados por perros salvajes, he visto ovejas rojas cerca de tajamares,
y cuerpos desconocidos rebotando en el cemento
pero ningún gato, no siento nada especial en cuanto a los gatos
pero siempre me he preguntado adónde van a morir
porque nunca he visto un gato muerto. Yo que duermo con estertores
finales en mis oídos, yo que he conocido el amanecer cara a cara
con la muerte, yo que he lavado, con el puñal del último suspiro,
el cadáver más querido, yo que cerré ojos para siempre como si fueran
mis ojos, yo que nací sin hermanos que me abrazaran para consolarme
y ningún gato, ninguno, he visto muerto
estoy por creer que las siete vidas fue un regalo divino
que Dios consideró no merecíamos.





mi ángel



el ángel vino a mí de pronto, me protegió
tenía el rostro de mi madre: “hijo, has vuelto
a vivir”. Tenía algún tiempo más, supuse,
he de enmendar mis criterios, los actos deben
ser cambiados. Pero permanecí irreductible
hoy podría haber sido ayer o quizás mañana
nada cambiaría, en todo caso
hubiera sido un accidente más, una pequeña nota
en los periódicos, algún obituario,
vendría el carpintero a reparar la madera
el vidriero cambiaría el vidrio por uno nuevo, brillante,
la trampa estaría servida otra vez
dando trabajo a otro ángel. “Ves, no quieres reconocer
cuando te equivocas”. “Lo sé, madre, es que siempre
he vivido equivocado. No sé vivir de otra manera”.





camino polvoriento


al principio es un pequeño pueblo cercano a una montaña
y hay una vida activa en él, los pobladores, que son pocos,
viven sus vidas, no demasiado felices ni animadas
pero todo es como el río: fluye con tranquilidad.
Luego llegan extrañas personas que no conoce nadie en el pueblo
llegan y se instalan: una niña con un bebé que berrea todo el día
mientras su madre, con aspecto de niña, grita, insulta, grita sin parar,
se la ve muy nerviosa y hay un extraño vestido de negro siempre,
alto, con sombrero y toga negros, camina por las calles de polvo
y nunca habla. Los pobladores empiezan a cambiar y, por consecuencia,
la vida en el pueblo cambia: ellos enferman de a poco y no se sabe
de qué enferman, pero se les ve esperando, sentados y vendados
en los bancos del parque, mirándose unos a otros o mirando la montaña
y las camillas van, llevadas por las ramas de árboles copudos,
la vida se estaciona y se detiene como un tren arribado a destino
y no recuerdan nada de sus parientes  ¿mi madre? dicen;
¿mi padre? dicen; ¿por dónde iba yo?; se despiertan de sueños
y caen en otros sueños, hablan con los ojos cerrados
“hubiera deseado”, murmuran, pero la ceniza cae y todo es turbio ahora.






Stress

ahora bien: stress y somatización
trabajar cansa, estamos en guerra
con los otros y contra nosotros mismos
veinticinco comprimidos no son suficientes
los neoplasmas avanzan invadiendo regiones
fieros atilas que no dejan piedra sobre piedra
se te va haciendo un hueco en algún lugar
y su visión vuelve agresivos a tus congéneres
nada peor que recordarles la estética y su debilidad
cuando se creen altos dioses
resultado: crucifixión, a la hoguera con entusiasmo
¿y si de pronto se alza un bulto como una roca?
lo mejor será que el corazón –el más tierno, el noble-
vacile y se pregunte si vale la pena seguir
o tu cerebro –el vilipendiado- te instigue
a consumirte: el alcohol ahoga como agua
y traza llagas interiores que sangran en estilo frecuente
cansa vivir, desvivir descansa
el interno del manicomio tiene un planeta personal
y en su modo, es feliz, con su fauna y su flora
pero los normales, los cuerdos, los políticos, los poderosos
han hecho esto que ya no se llama mundo
sino cáncer, que avanza sobre la geografía mundial
y no tiene cura, abróchate los zapatos
llegas tarde al trabajo, te aplicarán una sanción
equivalente a tres días sin comer
al pan de tus hijos, dí que sí señor
estoy de acuerdo, señor; usted es muy sabio, señor
-todos quieren ser rockeros o sabios hoy día-
no se repetirá, señor  ¿te acuerdas que una vez
hubo náuseas? pero los años se han sumado
tu espalda sostiene la carga
la energía se fue, el brillo de los ojos se fue
ya no ves suficientemente claro
los ojos te están traicionando
-si la televisión te dice que vivimos en un maravilloso mundo posible-
mejoramos la “calidad de vida”
agradezcamos a los señores del ozono, a los expoliadores,
a los señores de la corrupción que nos gobiernan
a los señores de los negociados que se enriquecen
mientras la gente -¿tú? ¿yo?- simplemente, se muere
stress y somatización
stress y somatización
y ni siquiera te agradecen los servicios prestados.






Deep and Dark


¿poner todo en términos de ganancias o pérdidas
como haría Eliot?. Estaría perdido sin piedad.
Si sumara y restara perdería hasta mis manos.
Pocas cosas te van quedando con los años
es muy difícil equilibrar la balanza, de un lado lo hecho
con resultado positivo, lo no hecho con resultado positivo
pero esas páginas están en blanco para ti, de otro
lo hecho con resultado negativo, vamos a ver, los amigos
que perdiste en el camino porque, quizás, no eran amigos
y lo no hecho con resultado negativo, digamos, lo “verdaderamente muerto”
según Pessoa. Difícil saber si es el tiempo correcto para un balance.
Cuando estés muerto otros lo harán por ti. Debes convencerte
que el déficit parece un leit motiv de tu vida o quizás exageras
y no es tan grave la situación. Te lo parece porque te gusta lo negro
¿o todo está pintado de negro para ti?.
No hay seguridad en los bajos fondos
te pueden atravesar la cabeza con una bala
y decirte que lo hacen porque te quieren, te pueden amar
tan dulcemente hasta morir. Pero no todo es tormenta y gris.
Has hecho cosas buenas. Has seguido pasos más iluminados
y alguien te dio una rama de sublime amor o de amor sencillo.
No todo ha sido áspero. Tienes buenos recuerdos de cosas vividas
y tienes buenos recuerdos de cosas que hicieron tu vida,
de seres que te ayudaron a caminar aunque sea inclinado,
tienes algo que no se ha perdido. Pero llegarás tarde al conocimiento
o acaso lo sabes ya y te resistes por costumbre.
O no es necesario saber. O sabes que no hay respuestas.
No hay pérdidas ni ganancias. O las pérdidas son demasiadas
y las ganancias …Ahora se apaga la luz
y todo entra a su cauce: oscuro, oscuro, oscuro
they all go into the dark* peregrinamos esa sombra
que nos persigue en nuestro corazón pero
¿podemos ir más allá de nosotros mismos?

 

* T.S.Eliot: East Cocker, III.




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